28 de noviembre de 2012

Escritores noveles VS Críticos literarios

Tarzán y Serie Marciana de E.R. Burroughs
Paseando por la senda de la red, me he adentrado en algunos foros y blogs donde se está comentando la creciente actividad artística que tiene su cultivo precisamente en estas herramientas que nos ofrece internet. Me llaman la atención los comentarios que critican a los nuevos escritores, noveles o aficionados, aquellos que no se ganan la vida con la publicación de lo que, según algunos, no es más que un insulto para los verdaderos literatos y no tienen en cuenta el esfuerzo que les haya llevado a la realización de sus obras. Culpan de este hecho a la sociedad actual, a la que consideran efímera y con un concepto vago de la cultura, donde cualquiera enchufa un ordenador, escribe una paranoia mental en un blog y se cree un gran escritor.

"Un tonto con un lápiz es como un mono con dos pistolas”, una de las frases utilizadas por la crítica despectiva hacia los escritores “no profesionales”. De esta forma demandan respeto y profesionalidad hacia el “arte de verdad”, donde se afirma que hay que nacer y crecer para ser lo que quieres ser, exigiendo un respeto enorme cuando se escribe un libro o se pinta un cuadro o se crea una canción. No vale que tú, camarero de profesión, o tú policía, o tú profesor de autoescuela, tengas en tu interior un gran novelista, ¡no! ¡Suelta la pluma y coge la escoba señor barrendero, no mancilles a los verdaderos artistas! Sinceramente, opino que para exigir respeto, primero hay que respetar, y precisamente quienes realizan este tipo de críticas, no hacen lo propio.

Muchos de los que conozco y la mayoría de los que trabajan en nuestra revista, dedican más de alguna que otra hora a este trabajo, horas que arrancan de sus otros quehaceres cotidianos y, cuando les preguntan por sus oficios, no dicen ser escritores, editores o dibujantes, quizá porque no lo hacen de forma profesional, sino por hobby, o quizá porque aunque se sientan escritores, por razones particulares, no puedan dedicar el tiempo necesario a esta labor y tengan que realizar aquella otra con la que todos lo identifican, aunque no sea lo que realmente desearan hacer.

En la contraportada de nuestra revista del mes de mayo figura la siguiente cita:
"He tenido éxito probablemente porque me di cuenta de que no sabía nada sobre escribir, y simplemente he intentado contar una historia interesante de forma entretenida."

Burroughs frente a su personaje más famoso: Tarzán
De este modo tan explícito, Edgar Rice Burroughs, considerado uno de los autores más prolíficos del siglo XX, creador de muchas obras entre las que destacan Tarzán y la serie marciana que narra las aventuras del hoy tan de moda John Carter, define la fórmula de su éxito como un método que no pone límites a quienes desean contar sus historias.

Un aspecto a tener en cuenta es el público a quien va dirigido una obra. ¿Qué hace que un escritor tenga éxito? Los lectores, sin más. Y, ¿quién me dice a mí, como lector, lo que me ha de gustar? He leído libros de escritores desconocidos que me han gustado más que muchos otros de autores de éxito, pero el mercado editorial es como todo. Vende la marca, el nombre, la fama. Un escritor de éxito no lo es hasta que consigue un bestseller, por ejemplo, pero antes de ese lanzamiento tal vez tuviera publicadas cinco novelas anteriores, obras que nadie conocía pero que ahora que es famoso, se venderán como rosquillas. ¿Ha mejorado su forma de escribir? No, se ha dado a conocer, pero es el mismo escritor, el mismo que presentaba sus trabajos a concursos literarios con la esperanza de que alguien lo fichase, el mismo que ahora, ya convertido en una celebridad, puede permitirse el lujo de escribir con el culo, porque aunque escriba con el culo, será una obra maestra, verdadero arte.

Disculpen mi vulgaridad, pero es que, al igual que dijo el señor Borroughs, no sé escribir. Él pretendía contar y entretener; en mi caso pretendo hacer ver que algunas críticas son realizadas por personas que presumen de ser buenos gourmand, y cuando le cambian la etiqueta de la botella, no distinguen un tinto casero de un la Romanée-Conti. Los hay que como no vean un libro firmado por Stephen King, ni lo abren.

Con todo esto no quiero decir que no existan escritores que merezcan su reconocimiento, sólo deseo que se respete el trabajo de todos aquellos que lo realizan con ilusión, ya sea de forma profesional, por hobby o como primeros pasos hacia este mundo.
J.R.

6 comentarios:

  1. Felicidades por la entrada.
    En efecto, el respeto por el trabajo de cada uno es un valor que debería tenerse en cuenta. Por desgracia somos una sociedad demasiado dada a la crítica fácil y negativa; sin análisis ni método, y así nos va.
    En cambio, una crítica positiva, con argumentos sólidos y fuentes contrastadas sería lo más deseable... y es lo más escaso.

    Un abrazo


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    1. Como bien dices, el respeto por el trabajo de cada uno es un valor a tener en cuenta a la hora de realizar una crítica y eso se consigue con una reseña constructiva, sin importar el hecho de que sea negativa o positiva. Si algún día yo escribiese una novela, me gustaría que la crítica me ayudase a mejorar mi forma de escribir, que me dijeran aquello que les ha gustado y aquello que no lo ha hecho, pero siempre desde un punto de vista objetivo y contrastado, no con la única intención de hacer leña del árbol caído.

      Un saludo Jordi, gracias por comentar.

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  2. El tema es que cuando alguien publica su obra está exponiéndose a las críticas y, por tanto, debe aceptarlas. Que un escritor no se dedique a ello profesionalmente (a fin de cuentas, hoy en día son cuatro los elegidos que pueden vivir de la escritura) no significa que sus obras vayan a ser malas, pero tampoco buenas.
    Sinceramente, las críticas deben hacerse sobre la calidad de la obra, independientemente de que esta provenga de un escritor "profesional" o uno "amateur".

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    1. En efecto, los que publican se exponen a todo tipo de críticas, de hecho sería lo más deseable, señal de que sus trabajos tienen movimiento. ¿Deben aceptarlas? Sí, pero asimilando la intención de las fuentes que las realizan, evitando caer en la desesperación y el desánimo por aquellas que son malintencionadas y sin fundamento alguno y, a la contra, para no tener en cuenta únicamente aquellas que sólo alaban sus obras de forma rápida y altruísta, caso de amigos y familiares siempre con ganas infinitas de imprimirles ánimo en sus trabajos. Todas son de agradecer, pero no todas tienen el mismo peso sobre el trabajo realizado.

      Gracias por comentar, un saludo.

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  3. "las críticas deben hacerse sobre la calidad de la obra, independientemente de que esta provenga de un escritor "profesional" o uno "amateur"."

    No puedo estar más de acuerdo con eso.

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    1. Esa frase debería encabezar El decálogo del buen crítico.

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